El pensamiento creativo a partir de la Nueva Reforma

Por: Janett Herrera

EDINUN

En el sistema académico actual, se pone especial interés en el desarrollo de la inteligencia y en el desarrollo de la creatividad, pero, ¿por qué? De manera rápida buscamos las razones y pensamos que, si bien la memoria es una de las destrezas que se debe trabajar para desarrollar la inteligencia, en nuestro medio se ha abusado de ella, se ha trabajado la memorización como la mejor alternativa para “demostrar conocimiento”. Al enfocar la educación en el desarrollo de la inteligencia, se está dando el lugar correspondiente a una infinidad de destrezas más como la asociación, la síntesis, el planteamiento de hipótesis, la creatividad, la crítica, la valoración, etc., que nos llevan a “saber pensar”.

Por otra parte, si solo se trabajara la parte de adquisición de conocimientos, estaríamos frente a una línea de pensamiento bastante lógico, más conocido como pensamiento convergente. Al desarrollar la creatividad se está tratando el lado del pensamiento divergente, aquel que nos permite ver de otra forma, de imaginar, de salir de la norma, de dudar de lo establecido.

Pero, como proceso formativo, ¿para qué nos sirve desarrollar la creatividad? Trabajar con creatividad es sumamente importante porque nos permite enfocar y percibir las cosas de otra manera, desarrollando así nuestra sensibilidad e imaginación. Esta nos impulsa a buscar nuestro propio camino y proponer cosas nuevas, nos ayuda a romper el miedo a expresarnos o equivocarnos, pero, sobre todo, nos ayuda a visualizar creativamente una aplicación nueva e integral de los conocimientos.

En este sentido, en el nuevo documento de Actualización y Fortalecimiento Curricular de la Educación General Básica, se hace un llamado al trabajo creativo dentro de las distintas áreas académicas. En el área de Lengua y Literatura, por ejemplo, se da mucha importancia a la producción, a la creación, tanto en el ámbito instrumental como en el literario. El conocimiento de la Lengua nos lleva a comunicarnos mejor y el de la Literatura nos lleva a lo estético y nos invita a jugar con el lenguaje, por eso no hay que coartar la imaginación, sino hay que incentivarla.

El proceso creativo se lo debe trabajar en todos los ámbitos escolares y en todas las edades; el reto está en ofrecerles a nuestros estudiantes, amplias opciones para su expresión, dándoles ideas poco convencionales para trabajar, soñando con lo imposible y buscando nuevos caminos de solución a los problemas del diario vivir.

Así en el área de Matemática tenemos que, en uno de sus ejes del aprendizaje se habla de la comunicación. Aquí se propone establecer diálogos entre docentes del área y estudiantes, crear puentes de comunicación que lleven a argumentar, a plantear conjeturas, a descubrir nuevas ideas, a interpretar situaciones y saber comunicarlas a los demás. Con esto se pretende no solo aplicar un pensamiento lógico-matemático, sino motivar a trabajar un poco más el hemisferio derecho del cerebro, aquel encargado del desarrollo de la expresión creativa y la imaginación.

En las áreas de Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, se incentiva mucho el planteamiento de hipótesis, la búsqueda de soluciones nuevas, la investigación, el comparar y el representar situaciones. Con la aplicación de estas destrezas se estimula a “ir más allá” y generar curiosidad por lo conocido y lo desconocido, lo que lleva a usar la imaginación para recorrer el mundo y recrear su historia.

Si en sus clases usted incentiva a pensar y crear, es probable que sus estudiantes lo cuestionen y le exijan, le busquen y le demanden explicaciones, le propongan locuras y nuevos retos. Si usted se ha atrevido a esto y lo ha logrado, ¡felicitaciones!, ha hecho un buen trabajo.