Con frecuencia y cierta soltura, se suele repetir en el ámbito educativo que Lenguaje y Comunicación es una de las áreas básicas; sin embargo, en pocas ocasiones quienes hacemos uso de esta etiqueta nos detenemos a reflexionar acerca de sus reales implicaciones. Para partir, conviene señalar que básico es aquello fundamental, el sustento o el principio que permite articular estructuras más complejas. En este sentido, el lenguaje es básico porque sin su apropiación es imposible acceder a otros sistemas de comunicación.
Aunque el lenguaje es una facultad común en los seres vivos, el lenguaje humano se caracteriza por la creación infinita de códigos que permiten expresar tanto el mundo real y natural como mundos imaginarios, subjetivos y oníricos. El lenguaje es un sistema de significación social, es decir, un conjunto de elementos que se definen gracias a las relaciones con otros individuos, con los que se comparten símbolos, códigos y referentes de comunicación. Esta interacción permite construir la identidad propia y común.
Ahora bien, ¿cómo puede el docente de Lenguaje y Comunicación motivar en sus estudiantes tal construcción de la identidad?
Resulta fundamental comprender que no se trata de enseñar Lenguaje y Comunicación, sino de aprender y ser competente en el uso de la palabra: es preciso que cada persona asuma la iniciativa de sus necesidades de aprendizaje y formule los logros que quiere alcanzar. De esta manera, se logra trascender de la asimilación de conocimientos teóricos a la utilización de estos en actos de comunicación, en la toma de decisiones, en la resolución de problemas y en la construcción de mundos posibles.
Asimismo, se debe motivar la valoración de la palabra como el instrumento para el desarrollo de todas las potencialidades y facultades del ser humano, es decir, quien puede interpretar, analizar y crear códigos lingüísticos es capaz de interpretar, analizar y crear códigos matemáticos, pictogramas, iconos y más expresiones humanas.
Adicionalmente, es preciso demostrar que el lenguaje y la comunicación permiten construir actitudes positivas ante la vida: mediante el diálogo activo y respetuoso se fomenta la elaboración de los conocimientos, se cimientan procesos de reflexión, de recreación y de resignificación, de acuerdo con la vinculación ética y emocional de cada individuo.
Finalmente, se busca presentar a la palabra oral y escrita como la puerta para que las personas aprendan a lo largo de sus vidas.
¿Cómo lograrlo?
Como hemos dicho, una clase de Lenguaje y Comunicación exige la preparación del contenido cognitivo así como la preparación de actividades que permitan a las y los estudiantes articular la información con contenidos valorativos-actitudinales y con la aplicación y uso de dicha información.
Supongamos, por ejemplo, una clase acerca del sintagma nominal.
Un primer momento debe estar enfocado a la definición y ejemplificación del tema: la tarea del docente consiste en explicar, de forma clara y detallada, qué es el sintagma nominal, en qué se diferencia del sintagma verbal, qué tipos de sintagmas nominales existen, para identificarlos y verificar si la información ha sido asimilada.
En un segundo momento se motiva la reflexión acerca de las implicaciones del sintagma nominal: el docente parte de varias preguntas; por ejemplo, ¿por qué se utilizan sintagmas nominales?, ¿para qué sirven los sintagmas nominales?, ¿cómo reconocemos sintagmas nominales en textos reales?, ¿por qué se puede encontrar sintagmas nominales en el predicado?; es decir, motivar la reflexión a partir del diálogo o la lectura, para que los y las estudiantes asimilen la información no solamente con la memoria, sino con la compresión de cada una de las partes constitutivas del tema.
Un tercer momento consiste en crear discursos (orales o escritos) significativos, a partir del uso de sintagmas nominales en contexto, no en oraciones sueltas o desarticuladas.
En otras palabras, es indispensable desarrollar la clase en función de esta complejidad:
Un primer nivel de interpretación, relacionado con lo cognitivo y expresado a través del reconocimiento, la definición y la distinción de elementos.
Un segundo nivel de argumentación, vinculado con el aspecto valorativo y enlazado al razonamiento lógico y al uso comprensivo de los sistemas.
Un tercer nivel de proposición, expresado en el dominio de técnicas y en la creación, postulación y solución efectiva de problemas.
Adicionalmente a lo dicho, es necesario que el docente desarrolle de forma permanente los ejes propios del área: lectura, comunicación oral y comunicación escrita, como herramientas para inculcar el aprendizaje autónomo y permanente. En este sentido, asumimos que una persona capaz de recrear o crear sentidos a partir de un texto oral o escrito es capaz de crearlos en cualquier área del saber.
Otras estrategias válidas para motivar el aprendizaje en Lenguaje y Comunicación son:
– Motivar la búsqueda de información bibliográfica, hemerográfica o mediática. Más ahora cuando el manejo de las nuevas tecnologías es determinante para el éxito o el fracaso de una persona en su vida laboral.
– Permitir la retroalimentación frente al trabajo individual, con lo que se garantiza el desarrollo de la crítica y de la autocrítica.
– Estimular el pensamiento lógico, analógico, reflexivo, a través de anagramas, retruécanos, metáforas, palíndromos, crucigramas, analogías y otros.
– Resolver problemas de forma paralela, con el fin de intercambiar experiencias, métodos, resultados, conclusiones.
– Simular situaciones reales para evaluar el comportamiento del estudiante en diversos contextos.
– Articular proyectos de acción social dentro de la escuela o fuera de esta con el fin de organizar y estructurar planes y acciones que implican un compromiso individual y grupal.
– Motivar la creación de códigos y lenguajes propios. Al respecto, resulta muy interesante analizar el código de escritura para celulares, el uso de códigos gráficos y gestuales, por ejemplo.
María Alexandra Prócel Alarcón
Editora en jefe
Editorial Don Bosco-Librerías LNS
Netgrafía
http://www.educacioninicial.com/
http://www.geocities.com/HotSprings/9402/Translation2.htm
http://www.humanidades.uach.cl/
http://www.if.ufrgs.br
http://www.nataliacalderon.com/propuestasteoricasdeadquisiciondellenguaje-c-49.xhtml
http://www.pnte.cfnavarra.es/publicaciones
http://infantiltremanes.wordpress.com
Aunque el lenguaje es una facultad común en los seres vivos, el lenguaje humano se caracteriza por la creación infinita de códigos que permiten expresar tanto el mundo real y natural como mundos imaginarios, subjetivos y oníricos. El lenguaje es un sistema de significación social, es decir, un conjunto de elementos que se definen gracias a las relaciones con otros individuos, con los que se comparten símbolos, códigos y referentes de comunicación. Esta interacción permite construir la identidad propia y común.
Ahora bien, ¿cómo puede el docente de Lenguaje y Comunicación motivar en sus estudiantes tal construcción de la identidad?
Resulta fundamental comprender que no se trata de enseñar Lenguaje y Comunicación, sino de aprender y ser competente en el uso de la palabra: es preciso que cada persona asuma la iniciativa de sus necesidades de aprendizaje y formule los logros que quiere alcanzar. De esta manera, se logra trascender de la asimilación de conocimientos teóricos a la utilización de estos en actos de comunicación, en la toma de decisiones, en la resolución de problemas y en la construcción de mundos posibles.
Asimismo, se debe motivar la valoración de la palabra como el instrumento para el desarrollo de todas las potencialidades y facultades del ser humano, es decir, quien puede interpretar, analizar y crear códigos lingüísticos es capaz de interpretar, analizar y crear códigos matemáticos, pictogramas, iconos y más expresiones humanas.
Adicionalmente, es preciso demostrar que el lenguaje y la comunicación permiten construir actitudes positivas ante la vida: mediante el diálogo activo y respetuoso se fomenta la elaboración de los conocimientos, se cimientan procesos de reflexión, de recreación y de resignificación, de acuerdo con la vinculación ética y emocional de cada individuo.
Finalmente, se busca presentar a la palabra oral y escrita como la puerta para que las personas aprendan a lo largo de sus vidas.
¿Cómo lograrlo?
Como hemos dicho, una clase de Lenguaje y Comunicación exige la preparación del contenido cognitivo así como la preparación de actividades que permitan a las y los estudiantes articular la información con contenidos valorativos-actitudinales y con la aplicación y uso de dicha información.
Supongamos, por ejemplo, una clase acerca del sintagma nominal.
Un primer momento debe estar enfocado a la definición y ejemplificación del tema: la tarea del docente consiste en explicar, de forma clara y detallada, qué es el sintagma nominal, en qué se diferencia del sintagma verbal, qué tipos de sintagmas nominales existen, para identificarlos y verificar si la información ha sido asimilada.
En un segundo momento se motiva la reflexión acerca de las implicaciones del sintagma nominal: el docente parte de varias preguntas; por ejemplo, ¿por qué se utilizan sintagmas nominales?, ¿para qué sirven los sintagmas nominales?, ¿cómo reconocemos sintagmas nominales en textos reales?, ¿por qué se puede encontrar sintagmas nominales en el predicado?; es decir, motivar la reflexión a partir del diálogo o la lectura, para que los y las estudiantes asimilen la información no solamente con la memoria, sino con la compresión de cada una de las partes constitutivas del tema.
Un tercer momento consiste en crear discursos (orales o escritos) significativos, a partir del uso de sintagmas nominales en contexto, no en oraciones sueltas o desarticuladas.
En otras palabras, es indispensable desarrollar la clase en función de esta complejidad:
Un primer nivel de interpretación, relacionado con lo cognitivo y expresado a través del reconocimiento, la definición y la distinción de elementos.
Un segundo nivel de argumentación, vinculado con el aspecto valorativo y enlazado al razonamiento lógico y al uso comprensivo de los sistemas.
Un tercer nivel de proposición, expresado en el dominio de técnicas y en la creación, postulación y solución efectiva de problemas.
Adicionalmente a lo dicho, es necesario que el docente desarrolle de forma permanente los ejes propios del área: lectura, comunicación oral y comunicación escrita, como herramientas para inculcar el aprendizaje autónomo y permanente. En este sentido, asumimos que una persona capaz de recrear o crear sentidos a partir de un texto oral o escrito es capaz de crearlos en cualquier área del saber.
Otras estrategias válidas para motivar el aprendizaje en Lenguaje y Comunicación son:
– Motivar la búsqueda de información bibliográfica, hemerográfica o mediática. Más ahora cuando el manejo de las nuevas tecnologías es determinante para el éxito o el fracaso de una persona en su vida laboral.
– Permitir la retroalimentación frente al trabajo individual, con lo que se garantiza el desarrollo de la crítica y de la autocrítica.
– Estimular el pensamiento lógico, analógico, reflexivo, a través de anagramas, retruécanos, metáforas, palíndromos, crucigramas, analogías y otros.
– Resolver problemas de forma paralela, con el fin de intercambiar experiencias, métodos, resultados, conclusiones.
– Simular situaciones reales para evaluar el comportamiento del estudiante en diversos contextos.
– Articular proyectos de acción social dentro de la escuela o fuera de esta con el fin de organizar y estructurar planes y acciones que implican un compromiso individual y grupal.
– Motivar la creación de códigos y lenguajes propios. Al respecto, resulta muy interesante analizar el código de escritura para celulares, el uso de códigos gráficos y gestuales, por ejemplo.
María Alexandra Prócel Alarcón
Editora en jefe
Editorial Don Bosco-Librerías LNS
Netgrafía
http://www.educacioninicial.com/
http://www.geocities.com/HotSprings/9402/Translation2.htm
http://www.humanidades.uach.cl/
http://www.if.ufrgs.br
http://www.nataliacalderon.com/propuestasteoricasdeadquisiciondellenguaje-c-49.xhtml
http://www.pnte.cfnavarra.es/publicaciones
http://infantiltremanes.wordpress.com
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