Por: Paúl Córdova Guadamud
Grupo Editorial Norma
La memoria es la capacidad que tiene el cerebro humano para retener experiencias pasadas a través de las conexiones sinápticas entre neuronas.
Esta capacidad permite a los seres humanos recuperar los hechos pasados en forma de recuerdos, y proyectarse al futuro; por lo tanto, decir que: “todo lo que un estudiante aprende de memoria, lo olvida”, no es tan cierto.
La no apropiación ni retención del conocimiento se inicia cuando los estudiantes repiten los contenidos sin analizar y entender lo que en verdad significan, situación que se evidencia en momentos previos a un examen o una prueba mensual; basta con recorrer los pasillos de la institución o los salones de clase para observar a los estudiantes como repiten en voz baja la lección cinco minutos antes de que ingrese el profesor. Al finalizar el examen, si se le pregunta sobre lo estudiado, seguramente no lo recordarán, peor aún, en el siguiente año lectivo.
Esto se debe a que hemos enseñado a nuestros estudiantes a utilizar su memoria como un medio y no como un recurso cognitivo que les permita solucionar problemas aplicando los conocimientos adquiridos; de la misma forma los profesores nos hemos acostumbrado a evaluar la capacidad de memorización y repetición de los estudiantes y no su destreza de aplicar esos conocimientos en contextos reales para solucionar problemas.
Algunos consejos a tener en cuenta:
- Verbalizar los conocimientos: permite que los estudiantes recuerden y asocien de mejor manera lo aprendido; gracias al lenguaje los seres humanos podemos evocar nuestros recuerdos.
- La realización de mapas mentales y organizadores gráficos, que permitirán organizar y jerarquizar los contenidos en categorías que pueden ser recordadas fácilmente, gracias a la memoria visual.
- Promover situaciones en las que los estudiantes puedan relacionar lo que están aprendiendo con situaciones que les son familiares.
- Brinde a sus estudiantes información que sea significativa para ellos, no solo en lo que se refiere a los contenidos, sino también al contexto, esto permitirá que la información sea importante para ellos y la recuerden en el futuro.
- Recuerde que las personas prestamos mayor atención a lo que se presenta al principio y lo que se muestra al final; planifique sus clases de tal modo en que los temas de impacto se encuentren en estos dos periodos.
- Planifique sus evaluaciones con un tiempo no mayor a 36 horas una vez terminado un tema, pues el cerebro necesita ese tiempo para organizar y fijar la información, antes de poder usarla.
- Promueva en sus clases que las evaluaciones sean vistas como una estrategia metodológica común en el salón de clase, de este modo, las pruebas y los exámenes no los tomarán por sorpresa.
Para no olvidar:
Solo recordamos aquello que podemos entender y utilizar en nuestra vida diaria.
Los estudiantes tienen el derecho de conocer cuál es la utilidad que tiene aquello que están aprendiendo.
Sin la memoria no es posible la retención de conocimientos e información; recuerde que la información es necesaria pues sin ella no puede trabajar nuestro pensamiento.
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