Para comprender de manera sencilla lo que es la dislexia, Michael Thomson la define como "una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica…”
Este síndrome afecta de igual manera al sexo masculino como al femenino, aunque existen estadísticas que demuestran una relación de 8 a 1 entre niños y niñas afectados. Esta relación nos lleva a considerar el hecho de que las mujeres, de manera general, tienen un mayor desarrollo en el área del lenguaje.
En ocasiones la dislexia está enlazada con otros problemas de aprendizaje escolar, como la disgrafía, una incapacidad parcial o total de reproducir rasgos escritos; o bien con la disortografía, referida a las dificultades para el uso correcto de las reglas ortográficas. Otro problema que, en ocasiones, se vincula con la dislexia es la dislalia, una dificultad de pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas.
Diagnóstico
La dislexia suele diagnosticarse en el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura y, en ocasiones, es descubierta únicamente cuando la o el estudiante se encuentra en el proceso de aprendizaje de gramática y sintaxis, o cuando intenta leer textos largos y complejos. Sin embargo, es fundamental sostener el hecho de que un diagnóstico no es una confirmación de dislexia. Esta confirmación se realiza solo por medio de una evaluación formal, que puede ser realizada por especialistas de lectura, psicólogos educativos o pediatras. Por lo general esta evaluación considera la medición del coeficiente intelectual, capacidad de audición, visión y escritura.
Dibujo de niño recostado sobre su pupitre y girando sobre su cabeza: M W N p q a e
Las características de distraibilidad son consustanciales, pero es algo que la niña o el niño no puede controlar voluntariamente.
La dislexia se manifiesta de una forma más concreta en el ámbito escolar y presenta ciertas características que pueden agruparse en tres niveles de evolución, reseñados en el siguiente.
EDAD
4 – 6 años
Ejemplo de alteraciones
Omisión de fonemas: "bazo" por "brazo"; "e perro" por "el perro".
Inversiones, que pueden ser de fonemas dentro de una sílaba o de sílabas dentro de una palabra: "pardo" por "prado"; "cacheta" por "chaqueta".
Retraso en la estructuración y reconocimiento del esquema corporal.
Dificultad para los ejercicios sensorioperceptivos: distinción de colores, formas, tamaños, etc.
Torpeza motriz, con poca habilidad para los ejercicios manuales y de grafía.
6 – 9 años
Ejemplo de alteraciones
Expresión verbal pobre y dificultad para aprender palabras nuevas, en especial los polisílabos, las palabras nuevas o las fonéticamente complicadas.
Confusiones en letras con cierta similitud morfológica o fonética: “a” y “o” en las vocales manuscritas. A nivel fonético se produce también la confusión entre p, b y m; en ocasiones, también confusión con la n.
Confusión entre letras que gráficamente se diferencian por su simetría o pequeños detalles: d/b; p/q; b/g; u/n; g/p; d/p.
Omisiones de letras, adiciones, principalmente a final de palabra y en sílabas compuestas: “carte” por “cartel”; “pelo” por “pelos”; “ten” por “tren”.
Mayores de 9 años
Ejemplo de alteraciones
Dificultades para elaborar y estructurar correctamente frases, relatos y, por lo tanto, para exponer conocimientos de una forma autónoma,
Es frecuente que en la lectura se queden en un nivel de lectura vacilante-mecánica,
Dificultad en la ordenación alfabética de las letras,
Es frecuente el agarrotamiento y el cansancio motriz.
La ortografía es una gran dificultad y se puede hablar en muchas ocasiones de disortografía.
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