Didáctica

Didáctica en Educación

La esencia de lo que es la didáctica se halla en su propia etimología: didastékene que significa el arte de enseñar, sin que por ello deje de ser una interesante y motivante ciencia, ya que investiga y experimenta nuevas técnicas de enseñanza en los procesos educativos.

El pedagogo Javier Ramírez sostiene que la didáctica es: ‘El arte de saber explicar y enseñar con un mayor número de recursos para que el alumno entienda y aprenda. Se explica para que el alumno entienda y éste es el primer contacto con el conocimiento; se enseña para que el alumno aprenda y así asimile, y se apropie del conocimiento’.

La didáctica es una de las ramas que más soporte brinda al proceso de enseñanza aprendizaje, y en ella confluye la intervención de maestros, estudiantes, recursos y currículo.

La creatividad, ingenio y la madurez profesional de cada maestro se ponen a prueba en cada clase a todo nivel. Es aquí donde los docentes buscan recursos que logren despertar el interés de sus estudiantes y dinamicen los contenidos del currículum; pero esto solo funciona si se combina con otros recursos vitales en la clase, que forman parte del clima del aula.

Un buen clima de clase

Cuando se habla de calidad en educación, no se debe remitir este concepto a políticas educativas o grandes reformas curriculares; más bien debe tratarse de varios aspectos cotidianos que deben apoyar y satisfacer las necesidades de los estudiantes para mejorar así su aprendizaje, todo esto tomando como prioridad la identidad de cada grupo, asignándole responsabilidades y apoyando desde varias perspectivas su independencia. Esto fomentará poco a poco en cada estudiante el desarrollo de destrezas sociales y, al mismo tiempo, podrá descubrir diferentes habilidades personales.

En el momento en el que se halle planificando sus clases, renueve y aplique su currículo, pero además tome en cuenta los siguientes factores:

• Si se presentan problemas durante el tratamiento de un tema de clase, deje en primera instancia que sean los propios estudiantes quienes busquen posibles soluciones. El maestro siempre debe asumir el rol de guía.

• Motive a sus estudiantes a preguntar. El ejercicio intelectual es igual de valioso que el saber responder.

• Cuando sus estudiantes se equivoquen no los censure; al contrario motívelos a expresarse, a preguntar y a buscar la manera correcta de resolver sus situaciones. Los errores nos ayudan a aprender y no son muestra de debilidad o ignorancia.

• Anímelos a tomar riesgos. Convénzalos de que son capaces de asumir grandes retos, de preparar trabajos de muy alto nivel, de investigar, de crear. Este tipo de situaciones es supremamente útil para poder mejorar la autoestima de cada niño o niña.

• Trabaje de manera permanente el cooperativismo en su aula. La competencia por sí sola ya no es una buena estrategia para un mundo globalizado. Enseñe a sus estudiantes a trabajar y aprender en equipo, a través de una pedagogía en la que todos podemos ser partes productivas, proactivas y asertivas de un sistema.